Un jurado popular, por veredicto unánime, decidió la culpabilidad de un abuelastro de 60 años acusado del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante” contra una familiar directa menor de edad. Quedó detenido con prisión domiciliaria por decisión judicial con acuerdo de la fiscalía.
El juicio fue presidido por la jueza Luciana Irigoyen Testa y la investigación del caso se inició en 2016 y estuvo a cargo de la Fiscalía Tematizada en Sexuales a cargo del Dr. Eduardo Núñez.
El acusado (60 años), familiar conviviente de la víctima menor de edad, llegó acusado por abuso sexual gravemente ultrajante calificado, con amenaza de pena de 8 a 20 años de prisión. Un importante número de testigos prestó declaración ante las autoridades judiciales y ante los miembros del jurado popular conformado por vecinos de Necochea, Quequén y el área de influencia del Departamento Judicial local.
La defensa oficial a cargo de Daniel Surgen postulaba la absolución o, en su defecto, abuso sexual simple calificado, con pena de 3 a 10 años de prisión.
La defensa de la víctima estuvo a cargo de la Dra. Silvina Besoin.
La jueza (rubia de espaldas), su secretaria Eugenia Gómez y algunos de los jurados suplentes |
La deliberación fue maratónica (por propia decisión de los jurados) desde las 8 de la mañana hasta cerca de la 1 de la madrugada del día siguiente (hoy). No había dudas entre los jurados acerca de la culpabilidad del acusado. La verdadera discusión fue en torno a la existencia o no de prueba de la agravante del abuso sexual. Al punto tal que pidieron revisar varias pruebas.
En su habitual columna de Facebook, el juez Mario Juliano posteó las siguientes reflexiones: