Asociación Argentina de Juicio por Jurados

AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales.

Película: Sócrates (1970) dirigida por Roberto Rosellini.

Se recrea aquí la etapa final en la vida de Sócrates (399 a. C.), el funcionamiento de la Polis griega y el gobierno democrático de Atenas. Todo ello en la mirada de uno de los genios del Neorrealismo italiano, Roberto Rosellini.
Hemos extraído la parte en que Sócrates rebate el Mito Egipcio de Toth, acerca de que la escritura traerá más sabiduría. La capacidad de diálogo, que en griego significa la capacidad de razonar y argumentar, siempre será superior a lo escrito en la búsqueda de la verdad. El litigio adversarial, como método oral de construcción de la verdad, es lo más parecido al diálogo socrático dentro de los sistemas judiciales.
Sócrates, de 70 años, es acusado por Melito (representante de los poetas), bajo el cargo de corromper a los jóvenes atenienses con sus ideas y por falta de creencia en los Dioses.
La película muestra íntegro el juicio público ante los 500 dikasts (jurados), que termina dando un veredicto de culpabilidad.
¿Cómo era el sistema para la toma de decisión de los jurados atenienses, luego de escuchar a los contendientes y a las pruebas en plena plaza pública? Los dikasts todavía no deliberaban. Pero usaban dos discos circulares de bronce que se ocultaban en la palma de la mano. Ellos tenían una pequeña varilla que les permitía sujetar esos discos entre los dedos y luego volcarlos en una urna sin que nadie viera por cuál veredicto votaba cada uno. Los discos de bronce huecos significaban la condena; los sólidos la absolución.
Había otra urna residual en donde dejaban caer el disco restante. Luego se contaban los votos de manera pública y se anunciaba el veredicto.
Los atenienses deben haber sido una de las primeras civilizaciones que decidieron que el jurado debía estar protegido por el elemento de la anonimidad.